Desde comienzos del siglo pasado los científicos conocieron y se familiarizaron con las nuevas aplicaciones del petróleo, que ya para esa época era utilizado por sus supuestas bondades medicinales. Comenzó a potencializarse entonces, como producto energético, gracias a su bajo costo, facilidad de obtención y múltiples aplicaciones en la cadena productiva de todos los países.
Su auge fue tal, que rápidamente se diversificaron sus aplicaciones y paulatinamente comenzó la llamada “Dependencia del Petróleo”. Hoy por hoy, dicha dependencia es tan alta, que prácticamente no pensaríamos en nuestro devenir cotidiano sin la existencia de los hidrocarburos.
Pero como todas las cosas que experimentan rápidas expansiones, el petróleo también entro luego en épocas de crisis. En el mundo entero es evidente la escasez de combustibles. Es un tema obligado de reuniones y cumbres de alto nivel, por su incidencia medular en la producción de energía y el transporte, entre otros frentes. Su escasez es sinónimo de limitantes en el desarrollo armónico de las naciones.
En el caso particular de la República Dominicana, el consumo es de alrededor de 145,000 barriles diarios de combustibles, con un costo de US$10,000,000 por día. Esta cantidad de hidrocarburos, iguala el consumo global de cuatros países de América Central.
En nuestro país los sectores de transporte (49%) y generación eléctrica (29%) son los renglones con mayor uso de energía, cuya base son los hidrocarburos.
Es función de la Comisión Nacional de Energía (CNE), en el sector de los Hidrocarburos: Elaborar y coordinar los proyectos de normativas legales y reglamentarias, elaborar planes indicativos para el buen funcionamiento y desarrollo del sector Energía, promover las decisiones de inversión, velar por el buen funcionamiento del mercado en el sector y evitar prácticas monopólicas.