Las aplicaciones de la radiación y los radioisótopos son múltiples y cubren muchísimos aspectos de la vida moderna. La radiación puede ser causa de enfermedades y por lo tanto, al igual que cualquier otro desarrollo tecnológico, su uso requiere normas de seguridad que garanticen que los beneficios recibidos sean mayores que los riesgos a que se expone el usuario.

El uso de radiaciones ionizantes en todos los ámbitos de la vida está cada vez más extendido. En República Dominicana existe una gran cantidad de instalaciones de equipos emisores de radiaciones ionizantes que abarcan aéreas de la medicina y el área de la industria. En todas ellas la Protección Radiológica juega un papel importante para proteger a los trabajadores, a los pacientes y al público general.

El objetivo de la protección radiológica es permitir el beneficio de la radiación, en todas sus formas conocidas, con un riesgo aceptable tanto para los individuos que la manejan como para la población en general y las generaciones futuras. Debido a que la radiación puede resultar muy dañina, no debería permitirse ninguna exposición innecesaria.

Cada país cuenta con un organismo encargado de hacer cumplir la reglamentación existente en el área de seguridad radiológica. En República Dominicana, la Comisión Nacional de Energía es la que cumple esta misión.

El uso de la radiación es una actividad más de la vida moderna, que conlleva un riesgo que debe ser comparable con el riesgo asociado a otras acciones ya aceptadas por la sociedad.